jueves, 6 de octubre de 2011
El P Bass American Standard de Greg K.
lunes, 3 de octubre de 2011
Cambios en el Precision I
Nunca estuve convencido del todo de que el mástil Allparts P Bass con perfíl en V fuera la elección más acertada para mi bajo principal. Es un mástil extraordinario, pero el cuello es bastante grueso, y además vá barnizado en nitrocelulosa, con lo que no posee un tacto muy ágil. Tampoco es que yo necesite algo como un mástil de Jazz Bass, porque mi estilo no es el de un acróbata. Así que, cuando recibí en junio pasado mi nuevo mástil Fender Steve Harris Signature, y ví la magnífica beta casi quartersawn que presentaba, supe que, por fín, había llegado algo definitivo. El Precision I lleva ahora este mástil, junto a cuerdas Rotosound SH77. Con todo el verano ya casi a nuestras espaldas, puedo afirmar que es el mástil más estable de que dispongo, y además tiene un tacto que, para mí, es insuperable. Estéticamente, además, es una preciosidad. Eso sí, tuve que calzar el hueco del cuerpo para darle al mástil un poco de ángulo, porque, de otra forma, la acción era demasiado alta. A este bajo, siguiendo el modelo de la Squier Pro Tone de mi anterior entrada, le he cambiado los botones de los potes por unos dorados. Y los enganches DiMarzio son ahora azules. Por lo demás, el bajo está tal y como estaba, salvo algún retoque en los adhesivos de decoración. Pero cualquiera que tenga cierta experiencia, sabe que un cambio de mástil y de cuerdas puede transformar completamente el comportamiento de un instrumento; y eso me ha pasado a mí con este bajo.
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domingo, 11 de septiembre de 2011
La gran inspiración
Todos tenemos en la imaginación algún bajo o alguna guitarra que nos inspiran estéticamente, además de lo que puedan hacerlo en su cometido más específico. Mi gran inspiración fue ésta:
¿Álguien adivina de qué guitarra se trata?
Bastantes años más tarde, una firma que en su día fue reputada como la gran creadora de "Super-Strats", recurrió a una combinación cromática que recuerda bastante a la de la Squier Pro Tone en uno de sus modelos signature más conocidos, la Ibanez JEM 505. Ambas guitarras, en mi opinión, están entre las más bellas que se hayan nunca lanzado en serie.
¿Álguien adivina de qué guitarra se trata?
Bastantes años más tarde, una firma que en su día fue reputada como la gran creadora de "Super-Strats", recurrió a una combinación cromática que recuerda bastante a la de la Squier Pro Tone en uno de sus modelos signature más conocidos, la Ibanez JEM 505. Ambas guitarras, en mi opinión, están entre las más bellas que se hayan nunca lanzado en serie.
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sábado, 10 de septiembre de 2011
Adam Clayton y su P Bass Custom Shop
Aunque habitualmente considerado un bajista mediocre, el trabajo de Adam Clayton con U2 me parece muy bueno e interesante. Lo que ya no resulta tan habitual es verle con un P Bass Custom Shop, como ha ocurrido en la última gira mundial del grupo irlandés. No dispongo de más información que la que puede ofrecer la fotografía adjunta, aunque también he leído hace pocas semanas que el recién llegado a la Custom Shop Paul Waller estaba construyéndole bajos a Adam. Ahí queda:
La evolución de las palas de bajo Fender Precision en 60 años de historia
Este año se ha cumplido el 60 Aniversario del bajo Fender Precision, y me ha parecido una buena forma de contribuir a celebrar semejante evento lanzar un artículo sobre una de las partes más llamativas del legendario diseño de Leo Fender: la pala. Es sabido que las líneas fundamentales de la primera versión de la pala del bajo Fender Precision se inspiran en las de la mítica -y anterior en el tiempo- guitarra Broadcaster, la famosa antecesora de la no menos mítica y universalmente conocida Telecaster. Podemos ver un detalle de la pala Broadcaster en la siguiente fotografía, tomada a un ejemplar original:
Si ahora tomamos una imagen de la pala del Precision del 1951, reputado como el primer bajo eléctrico de la historia, podemos observar fácilmente que sus líneas se basan completamente en las de la pala de la guitarra. Se trata de una adaptación del diseño fundamental Broadcaster a un patrón de 4 cuerdas. El resultado es éste:
Con este originalísimo diseño entramos de lleno en la historia del bajo Fender. Sus líneas son minimalistas: dá la impresión de que Leo ha querido limitar la cantidad de madera empleada a lo estrictamente necesario para albergar el clavijero, que se presenta en el ahora famoso patrón de "4 en línea", y que en esta primera época es un elemento procedente de los instrumentos de música clásica, con el sentido de giro de la afinación al contrario del sentido natural -característica que dará nombre a los clavijeros Fender de bajo de la era de Leo, los famosos "Reverse"-. Por lo demás, el mástil del 51 presenta ya muchas de las características que veremos en instrumentos de futura aparición, como el ajuste del alma en el zoque o talón, característica de todos los bajos Fender del 51 a bien entrados los años setenta:
El diseño minimalista de Leo Fender será, aunque hoy día consagrado como un clásico, superado en la revolucionaria y genial versión del Precision de la segunda mitad de 1957, que incorporará un diseño también basado en una guitarra -la famosísima Stratocaster- que, a su vez, se basa en un diseño original de Paul Bigsby. Esto es innegable con una pala de Stratocaster de la época a la vista:
Suele considerarse que Leo y sus colaboradores decidieron introducir este cambio en el diseño primitivo de la pala del Precision debido a que su minimalismo afectaba a la sonoridad -al "sustain", diríamos hoy- que ofrecía tal diseño, que es evidentemente frágil debido a la escasa masa de madera, lo que también es origen de un problema recurrente en todos los bajos Fender, la denominada "tuneritis". Este problema aparecerá más bien como resultado del diseño "4 en línea", que deja con una escasa masa de madera la zona que soporta la tensión de la cuarta clavija -puede verse un detalle del problema en la primera fotografía de las dos siguientes-:
Con la versión de la pala de la segunda mitad del 57, que en su día sustituyó completamente a la anterior del 51-57, tenemos los dos diseños fundamentales que han prevalecido hasta nuestros días de este elemento clave en la construcción de un bajo Fender. Pueden verse ambos aquí:
Como puede observarse, es notable la adición de mucha más madera en las impresionantes formas de la pala del 57, que, junto al zoque curvado que también aparecerá en ese momento, son las dos modificaciones esenciales que Fender introduce en sus mástiles de bajo. El ahora famoso "spaghetti logo" permanecerá inalterado en esta nueva versión:
Ambos diseños han llegado hasta nuestros días como grandes clásicos, y ambos siguen reeditándose en versiones modernas -como en el Mike Dirnt Signature P Bass con diapasón de rosewood encolado- y en réplicas actuales del bajo Fender Precision, las más fieles de las cuales son las que ofrece la Fender Custom Shop, aunque en modo alguno la reproducción de los diseños de Leo está limitada a lo que ofrece la prestigiosa división de la moderna Fender USA, como veremos más adelante. Veámos algunas palas actuales reediciones de los primeros diseños originales de Leo Fender:
Casi no hace falta observar que la inigualable magia de los diseños originales de Leo sigue siendo inimitable incluso por algunos de los mejores luthiers del mundo. Como decíamos, en la segunda mitad de 1957, el diseño de la pala del bajo Fender -del que entonces solo existía el Precision Bass- cambia radicalmente, y se mantiene inalterado en sus líneas fundamentales hasta nuestros días, aunque pueden observarse sutiles diferencias entre unas épocas y otras, como veremos próximamente. La pala canónica es la del 57, tal y cómo se aprecia aquí:
Si ahora tomamos una imagen de la pala del Precision del 1951, reputado como el primer bajo eléctrico de la historia, podemos observar fácilmente que sus líneas se basan completamente en las de la pala de la guitarra. Se trata de una adaptación del diseño fundamental Broadcaster a un patrón de 4 cuerdas. El resultado es éste:
Con este originalísimo diseño entramos de lleno en la historia del bajo Fender. Sus líneas son minimalistas: dá la impresión de que Leo ha querido limitar la cantidad de madera empleada a lo estrictamente necesario para albergar el clavijero, que se presenta en el ahora famoso patrón de "4 en línea", y que en esta primera época es un elemento procedente de los instrumentos de música clásica, con el sentido de giro de la afinación al contrario del sentido natural -característica que dará nombre a los clavijeros Fender de bajo de la era de Leo, los famosos "Reverse"-. Por lo demás, el mástil del 51 presenta ya muchas de las características que veremos en instrumentos de futura aparición, como el ajuste del alma en el zoque o talón, característica de todos los bajos Fender del 51 a bien entrados los años setenta:
El diseño minimalista de Leo Fender será, aunque hoy día consagrado como un clásico, superado en la revolucionaria y genial versión del Precision de la segunda mitad de 1957, que incorporará un diseño también basado en una guitarra -la famosísima Stratocaster- que, a su vez, se basa en un diseño original de Paul Bigsby. Esto es innegable con una pala de Stratocaster de la época a la vista:
Con la versión de la pala de la segunda mitad del 57, que en su día sustituyó completamente a la anterior del 51-57, tenemos los dos diseños fundamentales que han prevalecido hasta nuestros días de este elemento clave en la construcción de un bajo Fender. Pueden verse ambos aquí:
Como puede observarse, es notable la adición de mucha más madera en las impresionantes formas de la pala del 57, que, junto al zoque curvado que también aparecerá en ese momento, son las dos modificaciones esenciales que Fender introduce en sus mástiles de bajo. El ahora famoso "spaghetti logo" permanecerá inalterado en esta nueva versión:
Ambos diseños han llegado hasta nuestros días como grandes clásicos, y ambos siguen reeditándose en versiones modernas -como en el Mike Dirnt Signature P Bass con diapasón de rosewood encolado- y en réplicas actuales del bajo Fender Precision, las más fieles de las cuales son las que ofrece la Fender Custom Shop, aunque en modo alguno la reproducción de los diseños de Leo está limitada a lo que ofrece la prestigiosa división de la moderna Fender USA, como veremos más adelante. Veámos algunas palas actuales reediciones de los primeros diseños originales de Leo Fender:
Casi no hace falta observar que la inigualable magia de los diseños originales de Leo sigue siendo inimitable incluso por algunos de los mejores luthiers del mundo. Como decíamos, en la segunda mitad de 1957, el diseño de la pala del bajo Fender -del que entonces solo existía el Precision Bass- cambia radicalmente, y se mantiene inalterado en sus líneas fundamentales hasta nuestros días, aunque pueden observarse sutiles diferencias entre unas épocas y otras, como veremos próximamente. La pala canónica es la del 57, tal y cómo se aprecia aquí:
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Cambios en el Precision I: Pearl_SHREDorDIE
Nuevo mástil, un Steve Harris Signature maravillosamente estable, nuevos enganches DiMarzio y nueva decoración en el Precision I. Ya entraré en detalles.
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sábado, 27 de agosto de 2011
Las colas para madera en luthiería: trucos y detalles (II)
En mi anterior entrada sobre este tema, quedó establecido que, para la mayoría de trabajos de encoladura que requieran una fuerza de unión máxima, es recomendable utilizar hide glue en vez de cola blanca. En la siguiente secuencia fotográfica, se detalla casi paso a paso cómo realizar una modificación/reparación que cualquier poseedor de un instrumento Fender debe conocer. Se trata de dejar listo un mástil bolt-on para hacerle nuevas roscas de fijación. La secuencia es ésta:
En la primera fotografía, vemos un mástil para bajo Fender al que se le han practicado taladros de 6 mm. de diámetro con una broca para metal (casi siempre es preferible emplear brocas para metal en nuestros instrumentos, porque el corte que hacen es mucho más límpio que el que hacen las brocas para madera). El mástil está listo para que le encolemos los vástagos de madera de 6 mm. de diámetro que vemos en la siguiente fotografía. Para ello, rellenamos a la mitad los taladros del mástil con hide glue, e introducimos a presión, sin dar martillazos (que podrían estallar la madera de arce del mástil) los vástagos. Lo que ocurre a continuación queda ilustrado en la subsecuente foto: el hide glue sale por todos los lados de los vástagos que hemos introducido, lo cual asegura la correcta distribución del adhesivo en toda la zona a encolar. Posteriormente, con una servilleta de papel y agua o saliva limpiamos los restos de pegamento con cuidado de no dejar ningún resto en la zona de trabajo. Dejamos pasar 24 horas entre esta operación y la siguiente, que consistirá en cortar a ras de superficie los vástagos, operación que debe dejar el mástil listo para poder practicar nuevos taladros donde se requiera. Los tornillos bolt-on Fender roscan a la perfección en taladros de 3´5 mm., que nos aseguran la ideal firmeza de roscado. Todas estas brocas pueden encontrarse en ferreterías. Personalmente, prefiero las de cobalto, ya que, aunque son más caras, hacen un trabajo perfecto por su gran consistencia y dureza. Para cortar los vástagos de madera de manera que queden perfectamente nivelados con respecto a la superficie del talón del mástil, yo utilizo un cuchillo de cocina con la hoja de acero inoxidable. Este método tiene la pequeña pega de que podemos marcar ligeramente el acabado, como puede apreciarse en la siguiente fotografía, pero como esta parte del mástil queda oculta en el hueco del cuerpo, tampoco es un gran inconveniente. El resultado final es éste:
Ya tenemos nuestro mástil listo para ser adaptado al cuerpo de que disponemos, pudiendo practicar los nuevos taladros dónde sea conveniente.
En la primera fotografía, vemos un mástil para bajo Fender al que se le han practicado taladros de 6 mm. de diámetro con una broca para metal (casi siempre es preferible emplear brocas para metal en nuestros instrumentos, porque el corte que hacen es mucho más límpio que el que hacen las brocas para madera). El mástil está listo para que le encolemos los vástagos de madera de 6 mm. de diámetro que vemos en la siguiente fotografía. Para ello, rellenamos a la mitad los taladros del mástil con hide glue, e introducimos a presión, sin dar martillazos (que podrían estallar la madera de arce del mástil) los vástagos. Lo que ocurre a continuación queda ilustrado en la subsecuente foto: el hide glue sale por todos los lados de los vástagos que hemos introducido, lo cual asegura la correcta distribución del adhesivo en toda la zona a encolar. Posteriormente, con una servilleta de papel y agua o saliva limpiamos los restos de pegamento con cuidado de no dejar ningún resto en la zona de trabajo. Dejamos pasar 24 horas entre esta operación y la siguiente, que consistirá en cortar a ras de superficie los vástagos, operación que debe dejar el mástil listo para poder practicar nuevos taladros donde se requiera. Los tornillos bolt-on Fender roscan a la perfección en taladros de 3´5 mm., que nos aseguran la ideal firmeza de roscado. Todas estas brocas pueden encontrarse en ferreterías. Personalmente, prefiero las de cobalto, ya que, aunque son más caras, hacen un trabajo perfecto por su gran consistencia y dureza. Para cortar los vástagos de madera de manera que queden perfectamente nivelados con respecto a la superficie del talón del mástil, yo utilizo un cuchillo de cocina con la hoja de acero inoxidable. Este método tiene la pequeña pega de que podemos marcar ligeramente el acabado, como puede apreciarse en la siguiente fotografía, pero como esta parte del mástil queda oculta en el hueco del cuerpo, tampoco es un gran inconveniente. El resultado final es éste:
Ya tenemos nuestro mástil listo para ser adaptado al cuerpo de que disponemos, pudiendo practicar los nuevos taladros dónde sea conveniente.
martes, 23 de agosto de 2011
Mis bajos Fender Precision (IV): [bLinD]
Hace pocos días que le dí el visto bueno definitivo al bajo que ahora presento. Tenía una estética muy a lo Steve Harris - con el golpeador de aluminio pulido- que no me acababa de convencer, porque no era nada original. Hasta que ví una guitarra Ibanez RG de los ochenta en un precioso azul "Lazer Blue", que me inspiró los cambios adecuados. Este bajo tiene un cuerpo Fender del 2007 acabado en el color original, que los de Fender llaman "Electron Blue", y está construído en madera de aliso (alder), con los contornos también originales. El trabajo de pintura es excepcional, como casi siempre en Ensenada. El puente va retrasado 2 mm. con respecto a su posición original; es la única modificación que le he hecho al cuerpo. El mástil es de Allparts, con la pala modificada por mí siguiendo el modelo de un Fender Custom Shop 58 Limited Edition. También está barnizado por mí en laca acrílica ultrabrillante y muy resistente. La electrónica es la de siempre en mis bajos. El golpeador es de plástico de una capa de color azul, magníficamente construído por la firma canadiense Greasy Groove, y lleva un espectacular adhesivo de Yujean Stickems con una cruz celta. Los enganches son DiMarzio Clip Lock en rojo, que sustituyen a los anteriores Schaller, como ya comenté en otra entrada. Se trata probablemente, del bajo que más me gusta estéticamente de los míos. Las fotos no le hacen justicia.
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miércoles, 10 de agosto de 2011
Me paso a DiMarzio
Schaller es una gran marca, como demuestran los muchos años que llevan fabricando accesorios de la máxima calidad - de hecho, el referente de la industria-. Sus enganches de seguridad son magníficos, pero, a menos que apretemos la tuerca de fijación de la correa a conciencia, ésta se afloja con facilidad al tocar con el bajo colgado. Es terrible que el bajo se nos cáiga al suelo de golpe, como es fácil suponer. Los pivotes que se anclan al cuerpo, además, se marcan con el uso, perdiendo ese fantástico cromado que nos muestran siempre los alemanes. Por eso, me he decidido a usar enganches DiMarzio Clip Lock en mis Precision. Además de muy bien pensados, los colores de las correas DiMarzio son espectaculares. Veremos si superan la prueba del tiempo.
martes, 9 de agosto de 2011
miércoles, 3 de agosto de 2011
Las colas para madera en luthiería: algunos detalles (I)
No es mi intención, ni podría serlo, escribir nada nuevo sobre el tema propuesto, principalmente porque es de los fundamentales en luthiería general y, por tanto, de los más tratados durante siglos. Pero sí voy a desvelar uno o dos detalles que me han ido surgiendo en mi práctica de años. Los pegamentos que se utilizan en luthiería, han experimentado un considerable avance en los últimos años, con la aparición de los modernos "Super-Glues" con base de cianoacrilato. A ellos me referiré más adelante. De lo que no hay duda, es de que los dos tipos de pegamento utilizados universalmente para encolar maderas, son la cola blanca y el conocido en los Estados Unidos como "hide glue". En España contamos con pocas colas de suficiente calidad para nuestro cometido, así que es lógico que recurramos a la importación. Titebond es aquí la marca por excelencia, tanto en cola blanca como en hide glue. Al menos, es la única marca que yo utilizo, y por buenas razones: es, sin duda, la mejor. Como gran parte del trabajo que un "customizador" de instrumentos realiza es probar y probar diferentes componentes, componentes que, si el luthier es lo bastante puntilloso, han de ajustar a la perfección unos con otros, es natural que se necesite desarrollar técnicas que permitan intercambiar dichos componentes con relativa facilidad. Por supuesto, los dos componentes más importantes de una guitarra o un bajo eléctrico son el cuerpo y el mástil. El cuerpo y el mástil, en las guitarras y bajos Fender, están casi siempre unidos mediante tornillos, lo que significa, entre otras muchas cosas en las que no voy a entrar ahora, que se precisan roscas muy resistentes situadas en una posición de absoluta precisión. Este aparentemente simple detalle es, entre otros muchos, el que hace necesario encontrar el adhesivo adecuado. Explicaré por qué. Las medidas del hueco para el mástil en cuerpos de bajo Fender o Squier son las mismas universalmente, con alguna ligera variación según la procedencia del cuerpo en cuestión, ya que, como es archisabido, Fender hace décadas que no fabrica solamente en los USA. Consiguientemente, las medidas del talón de los mástiles Fender o Squier de bajo son también universales, detalle que hace posible la existencia de fabricantes de partes de reemplazo que no son Fender originales, pero que, con gran frecuencia, poseen una licencia de alcance determinado para la fabricación legal de tales partes - es el caso de firmas tan conocidas como Allparts, Warmoth o Musikraft-. Con un mástil de reemplazo nuevo a estrenar, hacer las roscas para los tornillos de fijación, aún en una madera tan sólida como el arce (maple, en inglés) es sencillo, porque no suelen venir hechas y, por tanto, podemos situarlas a nuestra conveniencia, según las medidas del cuerpo de que dispongamos. Pero, ¿qué ocurre si disponemos de un mástil que ya trae las roscas hechas y cuya posición no coincide exactamente con la de las del cuerpo al que vá destinado? Lo que ocurre, naturalmente, es que hemos de hacer nuevas roscas en la posición idónea. Como decía, las variaciones en medidas son muy ligeras, son cuestión de milímetros o décimas de milímetro. Esto hace necesario rellenar de algún modo las roscas antiguas para poder hacer los nuevos taladros en los que irán las nuevas roscas en su posición precisa, usualmente a una distancia exigua de la anterior. Para esto, son necesarias dos cosas fundamentales: la adecuada pieza de relleno de madera y el adhesivo adecuado que la mantenga firmemente en su sitio bajo la tensión de las cuerdas. Podríamos decir que se necesita "borrar en el papel para poder volver a escribir en él". Lo ideal es que la espiga de madera que empleemos sea de una madera dura. Pueden encontrarse tales espigas en ferreterías. No son caras, disponen del acanalado múltiple necesario para disipar la presión hidráulica que se genera al introducirlas en el mástil, y son lo bastante sólidas -aunque no tanto como el arce- como para permitir varios montajes y desmontajes. Hasta hace dos años, yo empleaba cola blanca Titebond para este trabajo. Pero pronto me dí cuenta de que, con ese adhesivo, las uniones siempre se "rompían" un poco. No obstante, como no conocía ningún otro adhesivo mejor, continué utilizándolo. En su utilísima serie de "Trade Secrets", Dan Erlewine y Eric Coleman, dos magníficos luthiers norteamericanos que trabajan para la famosa firma Steward- MacDonald, se hicieron eco de este problema. Y la solución fue sencilla, afortunadamente: en vez de utilizar cola blanca para trabajos en los que se requiere una fuerza de unión máxima, hay que utilizar "Hide Glue". Realmente, es la solución definitiva del problema. Este adhesivo es aún más potente que la cola, sin perder ninguna de sus ventajas, como la de ser fácilmente soluble en el agua, lo que convierte en un juego eliminar restos indeseados de adhesivo en las zonas de trabajo.
martes, 2 de agosto de 2011
A vueltas con las Rotosound flatwound
Durante los ochenta, en Rotosound estuvieron varias veces a punto de retirar de la línea de producción sus legendarias cuerdas flatwound para bajo eléctrico, que, para entonces, llevaban en las tiendas casi 20 años -desde principios de los sesenta-. Esto, a día de hoy, parece una gran ironía, ya que hace pocos meses, el legendario y prestigioso "Bass Player Magazine", eligió las Rotosound RS 77LD como las mejores cuerdas flatwound del mercado, aunque, eso sí, en dura competencia con varias otras marcas y modelos. La elección es acertada. Aunque creo que hay que hacer alguna puntualización. Efectivamente, como en Rotosound no dejan de insistir, sus cuerdas flat se caracterizan por su, en comparación con el resto de cuerdas de su estilo, brillante sonido. Esto es absolutamente cierto. Tanto las RS 77LD, en calibres de 045-065-085-105, como las RS 77LE -que son las mismas cuerdas que las Steve Harris Signature, pero con los terminales superiores de seda en color rojo en vez de azul-, en calibres de 050-075-095-110, son cuerdas que ofrecen un sonido muy brillante. Las RS 77LD, al tener menores calibres, llevan una tensión notablemente más baja que las LE, lo que, por supuesto, implica menor trabajo para el mástil y un tacto diferente al de éstas últimas, que se caracterizan por su alta tensión. Alta tensión que, cómo no, se traduce en un tacto muy particular, al que hay que acostumbrarse. No obstante, merece la pena: si uno puede permitirse cambiar las cuerdas de mes a mes, la elección de las cuerdas Rotosound, en cualquiera de sus presentaciones, es excelente. Y está muy bien que sea así, porque una vez te acostumbras a ellas, se hace difícil tocar con ningún otro juego de cuerdas. Lo dice un ex-Thomastik fanático.
lunes, 1 de agosto de 2011
Mis bajos Fender Precision (III): The Black One
Este bajo se parece a varias guitarras y bajos del mercado de serie, pero, como mis otros instrumentos, es un bajo totalmente custom. El cuerpo es de la conocida como "lawsuit era", época de la mitad de los años 70 en la que muchas firmas japonesas copiaban descaradamente los modelos originales de Fender sin pagar licencia, como ya no ocurre en la actualidad. El cuerpo es un calco del Precision de la primera mitad de los 70, pero construído en madera de fresno japonés -también conocido como madera de sen- y modificado a mano por mí, redondeando al extremo los contornos y pintándolo de negro, trabajo que ha realizado impecablemente David Mata, de Dave Designs, Badajoz. El golpeador es negro de una capa, de la firma estadounidense Warmoth, y la electrónica es la habitual en mis Precision, es decir, pastillas Seymour Duncan SPB-1 asociadas a potes CTS solid shaft de 250k y a un jack de salida Swichkraft, todo conectado según un esquema del 57. El adhesivo que lleva el golpeador es de procedencia americana, de la marca Darkstar. El mástil es un Fender P Bass Steve Harris Signature del 2010, con clavijero Gotoh FB3, y cuerdas Rotosound SH 77. Aunque no es el mástil más rígido de que dispongo, el alma es muy efectiva, y cumple sobradamente con su cometido. El bajo es bastante pesado, pero, huelga decirlo, el sonido es excelente, debido sobre todo a la calidad y densidad de la madera del cuerpo.
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viernes, 29 de julio de 2011
Mis bajos Fender Precision (I): these days
En los últimos días, estoy probando diferentes mástiles en el Precision I, y no acabo de decidir si dejarle el Allparts V shape o un Fender Steve Harris Signature de arce casi quartersawn. La elección es importante, porque montar uno u otro implica también montar cuerdas Thomastik o Rotosound. No he seguido presentando bajos porque estoy introduciendo cambios en la decoración de todos. Encargado está un golpeador custom a Greasy Groove, de Canadá, para el bajo azul. Y pronto David Mata debería dejarme echarle un vistazo a lo que está haciendo sobre un cuerpo Fender P Bass de aliso. También he terminado de decapar un cuerpo de Squier Affinity indonesio -trabajo que ha requerido dos litros de decapante- para el que aún no tengo decidido el acabado. Ya he trabajado en él además contorneando los bordes a mi estilo "super-rounded".
sábado, 16 de julio de 2011
Sobre las cuerdas de bajo Rotosound Jazz Bass RS 77 y SH 77
Siendo, desde hace muchos años, un seguidor empedernido de varios bajistas cuyo principal punto de unión está en tocar el mismo estilo de música, es fácil imaginar que también desde hace años vengo buscando un sonido que, sin dejar de tener personalidad propia, sea fácilmente asociable al trabajo de esos bajistas. Como es sabido, en el sonido de un guitarrista o un bajista intervienen multitud de factores - modelo de bajo, de amplificador, tipo de cable, etc.- , pero, en mi opinión, el factor realmente determinante en el sonido de uno es la forma en que uno toca. Por eso comentaba Steve Harris que muchos bajistas habían tocado con su equipo y todos sonaban muy diferentes a él. Eso ocurre porque cada instrumentista tiene un sello personal que, por débil que sea, deja siempre la impronta suficiente como para ser identificado por él. Todo esto, por supuesto, es cierto. Pero si en el aspecto de la técnica el estilo personal es determinante, en el apartado de equipo -al menos tratándose de bajos- las cuerdas juegan un papel aún más determinante. Buscando un sonido Steve Harris, llevo instalando en mis Precision, desde hace dos años más o menos, cuerdas Rotosound SH-77, exactamente las mismas que ha utilizado Steve a lo largo de su dilatada carrera. Lo cual, por razones que explicaré más adelante, no deja de ser sorprendente. El caso es que estas cuerdas tienen un precio razonable, y una calidad excelente. Su acabado es extraordinario, como lo es su tacto. Pero tienen un gran problema: para estar afinado, hay que darles una tensión altísima, lo que repercute muy negativamente en el mástil. Los mástiles Fender suelen ser bastante estables con cuerdas de calibres intermedios, y, por lo general, no dan muchos problemas de ajuste, sobre todo desde la aparición de los modernos sistemas de refuerzo con barras de grafito y acero. Pues bien: esto NO es válido si montamos cuerdas Rotosound Flatwound. Estas cuerdas mandan tal tensión que es necesario tensar el alma casi al máximo, y ni aún así se mantienen los mástiles con la curvatura adecuada mucho tiempo. Lo habitual, con estas cuerdas, es que en una semana tengamos que ajustar de nuevo el alma. Esta es la razón de que sea sorprendente que Steve Harris lleve utilizando el mismo bajo más de 30 años y no haya tenido que cambiar nunca el mástil, un Fender Precision tipo B del 71. Sorprendente, sí, pero justificado: las Rotosound son realmente unas cuerdas excepcionales y, una vez te acostumbras a su tensión, no quieres nada más. Ya veremos si mis mástiles Fender aguantan la prueba. Me conformo con 30 años más.
domingo, 10 de julio de 2011
Mis bajos Fender Precision (II): The Sparkle Guard
El golpeador (pickguard, en inglés) es probablemente el componente más especial de este bajo. Fue fabricado a mano en aluminio por Jeremiah Lassett, de Sharp-Concepts, empresa californiana recientemente desaparecida, y pintado en Silver Sparkle por Martin Bell, uno de los mejores pintores de guitarras del mundo. El sticker es un escudo de la firma de Mountain Bike Da Bomb. Este instrumento presenta ya casi todas las características que presentarán mis bajos desde el 2010. El cuerpo es un Fender MIM del 95 construído en madera de álamo (poplar, en inglés), y conserva los contornos y la pintura original, pintura que en Fender bautizaron como "color changing", debido a que, según incida la luz sobre él, puede parecer azul, violeta o negro. Este cuerpo procede de un bajo Fender que compré entero en Arizona a través de eBay en el 2008. El puente BadAss II está retrasado 2 mm., tanto por estética como para lograr un margen de ajuste más amplio; esta modificación consistió en rellenar con madera los agujeros para los tornillos de fijación originales y hacer los correspondientes taladros 2 mm. más bajos. El resultado fue muy bueno. Para este trabajo, utilicé cola Titebond y brocas para metal, que hacen un taladro mucho más limpio que las brocas para madera. El mástil es un Fender Precision Bass Steve Harris Signature del 2009, con radio de diapasón de 7.25", trastes Medium Jumbo y acceso al ajuste del alma en la cejuela, característica que ofrece una gran comodidad, ya que no es necesario desmontar el mástil para ajustarlo. Ajustes, por cierto, que se realizan con gran facilidad y eficacia en este mástil, de una magnífica pieza de arce cuya procedencia desconozco, aunque en el zoque, por detrás, puede leerse "Made in Japan" junto al número de serie. Se trata de un mástil muy cómodo para mi gusto, y el barnizado en poliéster es extraordinario. El clavijero es un Gotoh FB-3, precioso y de magnífico funcionamiento y durabilidad. Las cuerdas son las famosas Rotosound SH-77, fabricadas a mano en Inglaterra por la empresa del mítico pionero James How, y, como su tensión es muy alta, exigen que el alma vaya muy apretada para evitar indeseables curvaturas del mástil. La electrónica consta de pastillas Seymour Duncan SPB-1 Vintage, asociadas a los potenciómetros y al jack Fender originales del 95. El escudo en poliéster cromado con mi inicial es un diseño mío ejecutado por Joaquín Barreto utilizando Illustrator para sacar las líneas de corte del material. Puede verse con detalle en una de las fotografías anexas.
sábado, 2 de julio de 2011
Mis bajos Fender Precision (I)
El bajo que aquí os muestro es un instrumento totalmente "custom", montado íntegramente por mí a partir de partes seleccionadas rigurosamente, una a una. El cuerpo es un Fender Precision Bass MIM, construído en madera de aliso (alder, en inglés), del año 2006. Lo compré nuevo a estrenar en Estados Unidos y su color original era "Midnight Wine". Tras decaparlo, redondeé mucho más sus contornos a mano, ya que prefiero que los cuerpos de mis bajos presenten esta característica, que en Fender denominan "extreme body contours" -podéis verlo, por ejemplo, en la Eric Johnson Stratocaster Maple-. El reacabado en negro corrió a cargo de Luis Morera, de Talleres Madrid, Badajoz, que hizo un trabajo casi perfecto. El mástil es de la firma americana Allparts, Made in Japan, de una pieza de arce, con perfíl en V y radio de diapasón de 10". Los trastes son de un tamaño más bien grueso, y fueron nivelados y pulidos a mano, lo que le presta a este bajo un sonido muy peculiar - dentro de los parámetros Fender P Bass habituales-. Como recibí el mástil sin barnizar, pude modificar la pala al estilo de los modernos bajos Fender Custom Shop, trabajo cuyo resultado fue de mi entera satisfacción. La cejuela es de hueso auténtico, construída y pulida por mí totalmente a mano y de ajuste extremadamente preciso -las cuerdas son Thomastik-Infeld Flatwound 043-100. Tuve que ajustar el mástil al cuerpo quitando un poco de madera, tras lo cual se barnizó en nitrocelulosa brillante, quedando un acabado muy bueno, con el típico tacto de la nitro. El clavijero es un Fender Reverse original, que cuadraba con total precisión en el mástil. La electrónica, como en todos mis bajos, consta de pastillas Seymour Duncan SPB-1 asociadas a dos potenciómetros CTS split-shaft de 250K y a un jack de salida Swichkraft, siguiendo el esquema de cableado de los bajos Fender Precision de la segunda mitad del ´57. El golpeador es un Fender Black Moto original, y los botones son metálicos cromados en negro. Por último, el puente es un BadAss II con las silletas acanaladas de serie, tal y como pueden verse en los bajos Fender Highway actuales. Por supuesto, la decoración del bajo es mía.
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