sábado, 16 de julio de 2011

Sobre las cuerdas de bajo Rotosound Jazz Bass RS 77 y SH 77


Siendo, desde hace muchos años, un seguidor empedernido de varios bajistas cuyo principal punto de unión está en tocar el mismo estilo de música, es fácil imaginar que también desde hace años vengo buscando un sonido que, sin dejar de tener personalidad propia, sea fácilmente asociable al trabajo de esos bajistas. Como es sabido, en el sonido de un guitarrista o un bajista intervienen multitud de factores - modelo de bajo, de amplificador, tipo de cable, etc.- , pero, en mi opinión, el factor realmente determinante en el sonido de uno es la forma en que uno toca. Por eso comentaba Steve Harris que muchos bajistas habían tocado con su equipo y todos sonaban muy diferentes a él. Eso ocurre porque cada instrumentista tiene un sello personal que, por débil que sea, deja siempre la impronta suficiente como para ser identificado por él. Todo esto, por supuesto, es cierto. Pero si en el aspecto de la técnica el estilo personal es determinante, en el apartado de equipo -al menos tratándose de bajos- las cuerdas juegan un papel aún más determinante. Buscando un sonido Steve Harris, llevo instalando en mis Precision, desde hace dos años más o menos, cuerdas Rotosound SH-77, exactamente las mismas que ha utilizado Steve a lo largo de su dilatada carrera. Lo cual, por razones que explicaré más adelante, no deja de ser sorprendente. El caso es que estas cuerdas tienen un precio razonable, y una calidad excelente. Su acabado es extraordinario, como lo es su tacto. Pero tienen un gran problema: para estar afinado, hay que darles una tensión altísima, lo que repercute muy negativamente en el mástil. Los mástiles Fender suelen ser bastante estables con cuerdas de calibres intermedios, y, por lo general, no dan muchos problemas de ajuste, sobre todo desde la aparición de los modernos sistemas de refuerzo con barras de grafito y acero. Pues bien: esto NO es válido si montamos cuerdas Rotosound Flatwound. Estas cuerdas mandan tal tensión que es necesario tensar el alma casi al máximo, y ni aún así se mantienen los mástiles con la curvatura adecuada mucho tiempo. Lo habitual, con estas cuerdas, es que en una semana tengamos que ajustar de nuevo el alma. Esta es la razón de que sea sorprendente que Steve Harris lleve utilizando el mismo bajo más de 30 años y no haya tenido que cambiar nunca el mástil, un Fender Precision tipo B del 71. Sorprendente, sí, pero justificado: las Rotosound son realmente unas cuerdas excepcionales y, una vez te acostumbras a su tensión, no quieres nada más. Ya veremos si mis mástiles Fender aguantan la prueba. Me conformo con 30 años más.

1 comentario:

  1. Hola Jorge. En mi caso, he utilizado por largo tiempo las cuerdas Rotosound SH77 en mi bajo Fender Precision del 78.
    El mástil nunca ha dado problemas, y este bajo lo he tenido por casi 15 años en mis manos. Sin duda las cuerdas son excepcionales, sin embargo, el precio acá en Chile es grotesco por no decir carísimo. Espero que mantengamos contacto... Un abrazo. Rodrigo.-

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