sábado, 27 de agosto de 2011

Las colas para madera en luthiería: trucos y detalles (II)

En mi anterior entrada sobre este tema, quedó establecido que, para la mayoría de trabajos de encoladura que requieran una fuerza de unión máxima, es recomendable utilizar hide glue en vez de cola blanca. En la siguiente secuencia fotográfica, se detalla casi paso a paso cómo realizar una modificación/reparación que cualquier poseedor de un instrumento Fender debe conocer. Se trata de dejar listo un mástil bolt-on para hacerle nuevas roscas de fijación. La secuencia es ésta:



En la primera fotografía, vemos un mástil para bajo Fender al que se le han practicado taladros de 6 mm. de diámetro con una broca para metal (casi siempre es preferible emplear brocas para metal en nuestros instrumentos, porque el corte que hacen es mucho más límpio que el que hacen las brocas para madera). El mástil está listo para que le encolemos los vástagos de madera de 6 mm. de diámetro que vemos en la siguiente fotografía. Para ello, rellenamos a la mitad los taladros del mástil con hide glue, e introducimos a presión, sin dar martillazos (que podrían estallar la madera de arce del mástil) los vástagos. Lo que ocurre a continuación queda ilustrado en la subsecuente foto: el hide glue sale por todos los lados de los vástagos que hemos introducido, lo cual asegura la correcta distribución del adhesivo en toda la zona a encolar. Posteriormente, con una servilleta de papel y agua o saliva limpiamos los restos de pegamento con cuidado de no dejar ningún resto en la zona de trabajo. Dejamos pasar 24 horas entre esta operación y la siguiente, que consistirá en cortar a ras de superficie los vástagos, operación que debe dejar el mástil listo para poder practicar nuevos taladros donde se requiera. Los tornillos bolt-on Fender roscan a la perfección en taladros de 3´5 mm., que nos aseguran la ideal firmeza de roscado. Todas estas brocas pueden encontrarse en ferreterías. Personalmente, prefiero las de cobalto, ya que, aunque son más caras, hacen un trabajo perfecto por su gran consistencia y dureza. Para cortar los vástagos de madera de manera que queden perfectamente nivelados con respecto a la superficie del talón del mástil, yo utilizo un cuchillo de cocina con la hoja de acero inoxidable. Este método tiene la pequeña pega de que podemos marcar ligeramente el acabado, como puede apreciarse en la siguiente fotografía, pero como esta parte del mástil queda oculta en el hueco del cuerpo, tampoco es un gran inconveniente. El resultado final es éste:



Ya tenemos nuestro mástil listo para ser adaptado al cuerpo de que disponemos, pudiendo practicar los nuevos taladros dónde sea conveniente.

martes, 23 de agosto de 2011

Mis bajos Fender Precision (IV): [bLinD]


Hace pocos días que le dí el visto bueno definitivo al bajo que ahora presento. Tenía una estética muy a lo Steve Harris - con el golpeador de aluminio pulido- que no me acababa de convencer, porque no era nada original. Hasta que ví una guitarra Ibanez RG de los ochenta en un precioso azul "Lazer Blue", que me inspiró los cambios adecuados. Este bajo tiene un cuerpo Fender del 2007 acabado en el color original, que los de Fender llaman "Electron Blue", y está construído en madera de aliso (alder), con los contornos también originales. El trabajo de pintura es excepcional, como casi siempre en Ensenada. El puente va retrasado 2 mm. con respecto a su posición original; es la única modificación que le he hecho al cuerpo. El mástil es de Allparts, con la pala modificada por mí siguiendo el modelo de un Fender Custom Shop 58 Limited Edition. También está barnizado por mí en laca acrílica ultrabrillante y muy resistente. La electrónica es la de siempre en mis bajos. El golpeador es de plástico de una capa de color azul, magníficamente construído por la firma canadiense Greasy Groove, y lleva un espectacular adhesivo de Yujean Stickems con una cruz celta. Los enganches son DiMarzio Clip Lock en rojo, que sustituyen a los anteriores Schaller, como ya comenté en otra entrada. Se trata probablemente, del bajo que más me gusta estéticamente de los míos. Las fotos no le hacen justicia.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Me paso a DiMarzio

Schaller es una gran marca, como demuestran los muchos años que llevan fabricando accesorios de la máxima calidad - de hecho, el referente de la industria-. Sus enganches de seguridad son magníficos, pero, a menos que apretemos la tuerca de fijación de la correa a conciencia, ésta se afloja con facilidad al tocar con el bajo colgado. Es terrible que el bajo se nos cáiga al suelo de golpe, como es fácil suponer. Los pivotes que se anclan al cuerpo, además, se marcan con el uso, perdiendo ese fantástico cromado que nos muestran siempre los alemanes. Por eso, me he decidido a usar enganches DiMarzio Clip Lock en mis Precision. Además de muy bien pensados, los colores de las correas DiMarzio son espectaculares. Veremos si superan la prueba del tiempo.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Las colas para madera en luthiería: algunos detalles (I)

No es mi intención, ni podría serlo, escribir nada nuevo sobre el tema propuesto, principalmente porque es de los fundamentales en luthiería general y, por tanto, de los más tratados durante siglos. Pero sí voy a desvelar uno o dos detalles que me han ido surgiendo en mi práctica de años. Los pegamentos que se utilizan en luthiería, han experimentado un considerable avance en los últimos años, con la aparición de los modernos "Super-Glues" con base de cianoacrilato. A ellos me referiré más adelante. De lo que no hay duda, es de que los dos tipos de pegamento utilizados universalmente para encolar maderas, son la cola blanca y el conocido en los Estados Unidos como "hide glue". En España contamos con pocas colas de suficiente calidad para nuestro cometido, así que es lógico que recurramos a la importación. Titebond es aquí la marca por excelencia, tanto en cola blanca como en hide glue. Al menos, es la única marca que yo utilizo, y por buenas razones: es, sin duda, la mejor. Como gran parte del trabajo que un "customizador" de instrumentos realiza es probar y probar diferentes componentes, componentes que, si el luthier es lo bastante puntilloso, han de ajustar a la perfección unos con otros, es natural que se necesite desarrollar técnicas que permitan intercambiar dichos componentes con relativa facilidad. Por supuesto, los dos componentes más importantes de una guitarra o un bajo eléctrico son el cuerpo y el mástil. El cuerpo y el mástil, en las guitarras y bajos Fender, están casi siempre unidos mediante tornillos, lo que significa, entre otras muchas cosas en las que no voy a entrar ahora, que se precisan roscas muy resistentes situadas en una posición de absoluta precisión. Este aparentemente simple detalle es, entre otros muchos, el que hace necesario encontrar el adhesivo adecuado. Explicaré por qué. Las medidas del hueco para el mástil en cuerpos de bajo Fender o Squier son las mismas universalmente, con alguna ligera variación según la procedencia del cuerpo en cuestión, ya que, como es archisabido, Fender hace décadas que no fabrica solamente en los USA. Consiguientemente, las medidas del talón de los mástiles Fender o Squier de bajo son también universales, detalle que hace posible la existencia de fabricantes de partes de reemplazo que no son Fender originales, pero que, con gran frecuencia, poseen una licencia de alcance determinado para la fabricación legal de tales partes - es el caso de firmas tan conocidas como Allparts, Warmoth o Musikraft-. Con un mástil de reemplazo nuevo a estrenar, hacer las roscas para los tornillos de fijación, aún en una madera tan sólida como el arce (maple, en inglés) es sencillo, porque no suelen venir hechas y, por tanto, podemos situarlas a nuestra conveniencia, según las medidas del cuerpo de que dispongamos. Pero, ¿qué ocurre si disponemos de un mástil que ya trae las roscas hechas y cuya posición no coincide exactamente con la de las del cuerpo al que vá destinado? Lo que ocurre, naturalmente, es que hemos de hacer nuevas roscas en la posición idónea. Como decía, las variaciones en medidas son muy ligeras, son cuestión de milímetros o décimas de milímetro. Esto hace necesario rellenar de algún modo las roscas antiguas para poder hacer los nuevos taladros en los que irán las nuevas roscas en su posición precisa, usualmente a una distancia exigua de la anterior. Para esto, son necesarias dos cosas fundamentales: la adecuada pieza de relleno de madera y el adhesivo adecuado que la mantenga firmemente en su sitio bajo la tensión de las cuerdas. Podríamos decir que se necesita "borrar en el papel para poder volver a escribir en él". Lo ideal es que la espiga de madera que empleemos sea de una madera dura. Pueden encontrarse tales espigas en ferreterías. No son caras, disponen del acanalado múltiple necesario para disipar la presión hidráulica que se genera al introducirlas en el mástil, y son lo bastante sólidas -aunque no tanto como el arce- como para permitir varios montajes y desmontajes. Hasta hace dos años, yo empleaba cola blanca Titebond para este trabajo. Pero pronto me dí cuenta de que, con ese adhesivo, las uniones siempre se "rompían" un poco. No obstante, como no conocía ningún otro adhesivo mejor, continué utilizándolo. En su utilísima serie de "Trade Secrets", Dan Erlewine y Eric Coleman, dos magníficos luthiers norteamericanos que trabajan para la famosa firma Steward- MacDonald, se hicieron eco de este problema. Y la solución fue sencilla, afortunadamente: en vez de utilizar cola blanca para trabajos en los que se requiere una fuerza de unión máxima, hay que utilizar "Hide Glue". Realmente, es la solución definitiva del problema. Este adhesivo es aún más potente que la cola, sin perder ninguna de sus ventajas, como la de ser fácilmente soluble en el agua, lo que convierte en un juego eliminar restos indeseados de adhesivo en las zonas de trabajo.

martes, 2 de agosto de 2011

A vueltas con las Rotosound flatwound


Durante los ochenta, en Rotosound estuvieron varias veces a punto de retirar de la línea de producción sus legendarias cuerdas flatwound para bajo eléctrico, que, para entonces, llevaban en las tiendas casi 20 años -desde principios de los sesenta-. Esto, a día de hoy, parece una gran ironía, ya que hace pocos meses, el legendario y prestigioso "Bass Player Magazine", eligió las Rotosound RS 77LD como las mejores cuerdas flatwound del mercado, aunque, eso sí, en dura competencia con varias otras marcas y modelos. La elección es acertada. Aunque creo que hay que hacer alguna puntualización. Efectivamente, como en Rotosound no dejan de insistir, sus cuerdas flat se caracterizan por su, en comparación con el resto de cuerdas de su estilo, brillante sonido. Esto es absolutamente cierto. Tanto las RS 77LD, en calibres de 045-065-085-105, como las RS 77LE -que son las mismas cuerdas que las Steve Harris Signature, pero con los terminales superiores de seda en color rojo en vez de azul-, en calibres de 050-075-095-110, son cuerdas que ofrecen un sonido muy brillante. Las RS 77LD, al tener menores calibres, llevan una tensión notablemente más baja que las LE, lo que, por supuesto, implica menor trabajo para el mástil y un tacto diferente al de éstas últimas, que se caracterizan por su alta tensión. Alta tensión que, cómo no, se traduce en un tacto muy particular, al que hay que acostumbrarse. No obstante, merece la pena: si uno puede permitirse cambiar las cuerdas de mes a mes, la elección de las cuerdas Rotosound, en cualquiera de sus presentaciones, es excelente. Y está muy bien que sea así, porque una vez te acostumbras a ellas, se hace difícil tocar con ningún otro juego de cuerdas. Lo dice un ex-Thomastik fanático.

lunes, 1 de agosto de 2011

Mis bajos Fender Precision (III): The Black One

Este bajo se parece a varias guitarras y bajos del mercado de serie, pero, como mis otros instrumentos, es un bajo totalmente custom. El cuerpo es de la conocida como "lawsuit era", época de la mitad de los años 70 en la que muchas firmas japonesas copiaban descaradamente los modelos originales de Fender sin pagar licencia, como ya no ocurre en la actualidad. El cuerpo es un calco del Precision de la primera mitad de los 70, pero construído en madera de fresno japonés -también conocido como madera de sen- y modificado a mano por mí, redondeando al extremo los contornos y pintándolo de negro, trabajo que ha realizado impecablemente David Mata, de Dave Designs, Badajoz. El golpeador es negro de una capa, de la firma estadounidense Warmoth, y la electrónica es la habitual en mis Precision, es decir, pastillas Seymour Duncan SPB-1 asociadas a potes CTS solid shaft de 250k y a un jack de salida Swichkraft, todo conectado según un esquema del 57. El adhesivo que lleva el golpeador es de procedencia americana, de la marca Darkstar. El mástil es un Fender P Bass Steve Harris Signature del 2010, con clavijero Gotoh FB3, y cuerdas Rotosound SH 77. Aunque no es el mástil más rígido de que dispongo, el alma es muy efectiva, y cumple sobradamente con su cometido. El bajo es bastante pesado, pero, huelga decirlo, el sonido es excelente, debido sobre todo a la calidad y densidad de la madera del cuerpo.