martes, 2 de octubre de 2012

Trabajando con espigas de madera: una gran solución.

Para todo lo que sigue, son perfectamente aplicables las directrices que ya he dado anteriormente. No obstante, el que se atreva a realizar el tipo de trabajo descrito, encontrará que, utilizando los materiales y las herramientas que yo he utilizado esta vez, la calidad del trabajo aumenta bastante. Cosa más que lógica al trabajar con útiles de mayor calidad también. Para empezar, las brocas que he empleado esta vez no son ya las de cobalto para metal, sino unas que ofrece Steward- MacDonald específicas para madera, de la marca Colt, y disponibles tanto en medida métrica como fraccional -o sea, americana-. Yo he empleado un juego de medida americana, al disponer para el relleno de vástagos de madera de procedencia americana, que vienen calibrados con medidas americanas. Esto representa una ventaja enorme, por varias razones. Como bien se encargan de poner de relieve los de StewMac, las brocas Colt realizan un corte totalmente límpio, sin rebabas ni quemaduras, y, además, una vez instaladas en el taladro, y puestas en funcionamiento, su acción es muy controlable, permitiéndonos obtener un agujero de la profundidad deseada en todo momento, sin necesidad de topes poco fiables. En este punto, lo que yo hago para tener una referencia de tal profundidad, es marcar con rotulador indeleble la broca. Cuando veo que la broca llega a la línea rotulada, paro. Una vez tenemos los agujeros hechos, con la profundidad y el diámetro que deseemos -lo cual, naturalmente, depende de las medidas de la broca que empleemos- los llenamos a la mitad de Hide Glue, e introducimos los vástagos de madera de arce de los que ya hablé. Estos vástagos son muchísimo más duros que los que había venido empleando hasta ahora, que es la gran ventaja que ofrecen a la hora de hacer nuevas roscas, y la firmeza de fijación es mucho mayor también, al llevar los canales en espiral. No obstante, la presión que hay que hacer para introducirlos es mayor también. Es muy importante no dar martillazos para esto, porque es fácil estallar la madera del mástil. En las fotografías que siguen, podéis apreciar una vista general del trabajo comentado:

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